¿Qué es una oportunidad de negocio?

El entendimiento del concepto de ‘oportunidad de negocio’ es una característica que deben poseer todos los emprendedores cuando tienen en mente la consolidación de una empresa.

Sustrayendo lo básico de la tipología, el término ‘oportuno’ puede definirse como la ocasión o la circunstancia que es favorable para la consecución de un fin determinado. Por ejemplo, comprar acciones en la bolsa cuando su valor es bajo.

Ahora bien, dentro del espectro empresarial, el concepto de ‘oportunidad de negocio’ ahonda en la capacidad que tiene una persona de ofrecer un bien o servicio innovador que servirá para solventar algún menester de los consumidores o para satisfacer una demanda específica de la población.

Antes de que Jaime Esparza Rhénals labrara su exitosa organización, miles de ciudadanos —especialmente los habitantes de pueblos y veredas—, no tenían la facilidad de realizar transacciones formales en un perímetro cercano a sus lugares de residencia.

Las extensas horas de travesía rumbo a los bancos y los altos precios para realizar una transacción, impedían que las personas con condiciones socioeconómicas complejas se sintieran incluidas dentro del sistema. Debido a ello, se fundó la red de multiservicios que al sol de hoy cuenta con un buen número de facilidades como pagos, recargas y giros.

¿Cómo se puede detectar una ‘oportunidad de negocio’ como lo hizo Jaime Esparza?

Si bien no hay una fórmula que sea cien por ciento efectiva, el siguiente lineamiento puede servir de ayuda:

  • Identificar las demandas de los consumidores
  • Plantear las posibles complicaciones o problemáticas que pueden surgir
  • Analizar las dinámicas existentes del mercado
  • Prestar atención a los cambios de preferencias y necesidades de los clientes
  • Considerar cambios a futuro en pro del mejoramiento de la organización

Componentes imprescindibles en la construcción empresarial

Dentro del escenario empresarial el dinero es importante para cualquier emprendedor, sin embargo, hay otra serie de componentes que hacen parte del proceso de construcción empresarial que no deben dejarse de lado.

De nada sirve contar con varias bolsas de millones de pesos si no se sabe realmente cómo usarlos en la consolidación de la organización.

Después de 23 años de haber creado su organización, Jaime Esparza Rhénals considera que la hoja de ruta del negocio, la validación de la idea y la revisión de aspectos legales están en la misma escala de importancia que el dinero.

La hoja de ruta es el camino que debe seguirse mes a mes para cumplir las metas que se presupuestaron apenas se inició la aventura de emprender.

Jaime Esparza recomienda trazarse metas cada cierto tiempo para reconocer las debilidades y fortalezas en el proceso de venta del bien o servicio. Una vez se cumplen los objetivos, el incipiente empresario sabrá qué estrategia emplear para abarcar más clientes, obtener más ganancias y proyectar metas más ambiciosas.

Conjuntamente, la validación de la idea está enmarcada en la “tangibilidad” del negocio. Esto quiere decir que aunque una idea suene maravillosa, requiere que pueda ser aplicable en la realidad.

Antes de fundar la red de multiservicios más grande de Colombia, Jaime ya sabía cómo llevar a cabo una transacción con el uso de la tecnología, cómo abrirse espacio entre la competencia y a qué tipo de cliente dirigirse.  

Aunque suene bastante obvio para los emprendedores, antes del génesis de la compañía es imprescindible examinar las obligaciones legales. Antes de ofrecer el bien o servicio en el mercado, todos los requisitos exigidos por la ley tienen que estar en orden tales como pagos de impuestos y acreditaciones de funcionamiento.

Apuéstale a la rapidez empresarial

 “El reto para el futuro sigue siendo la rapidez”, Andy Grove (cofundador de Intel)

Con el trasegar de los años, la tecnología está cada vez más involucrada en la cotidianidad de los mercados. Los individuos ahora recurren a las diversas plataformas digitales para poder obtener un bien o servicio. ¿A qué se debe este ‘boom’ de innovación?

La respuesta es clara y concisa: rapidez y agilidad demandada por los consumidores.

A raíz de esto, las empresas procuran estar a la vanguardia de las nuevas tendencias para ofrecer un servicio más rápido y eficiente a sus clientes.

La premisa primordial es que la persona que reciba el bien o servicio, se sienta feliz y satisfecha con lo ofertado por la compañía. El éxito no radica únicamente en el producto en sí, también tiene un alto grado de importancia el proceso operacional.

De nada sirve si la organización cuenta con un excelente bien, si el trámite para adquirirlo es demorado para los consumidores.

El tiempo es dinero, por ello, las empresas necesitan acelerar sus procesos para incrementar la productividad y sacar ventaja de la competencia.

El empresario Jaime Esparza Rhénals visualizó en la tecnología, la forma más útil para ofrecer un buen servicio a gran velocidad.

Sabiendo de la lentitud que tenían varias instituciones al momento de ejecutar las transacciones económicas de los clientes, propendió por un sistema totalmente innovador que le permitiera al consumidor realizar varias actividades como pagar recibos, enviar dinero y adquirir seguros dentro de un mismo establecimiento.

No contento con esto, Jaime Esparza se ha encargado de seguir ahondando en la velocidad de su red de multiservicios a través de la apertura de nuevos centros de atención que cuentan con las últimas tendencias tecnológicas en la ejecución del servicio.

La humildad empresarial

La humildad es identificada por el común de la sociedad bajo dos acepciones: La primera de ellas hace referencia a una persona que está en condiciones económicas complejas, y la segunda puntualiza en la característica de algunos seres humanos como Jaime Esparza Rhénals, que no se sienten mejores o más importantes que los demás a pesar de los recursos económicos que poseen, la calidad de vida que ostenten, las experiencias que han adquirido, entre otros.

Dentro del ámbito empresarial, la humildad juega un papel fundamental para los líderes de las organizaciones, pues se encarga de ‘humanizarlos’ al interior de la planta de empleados. Con base en esto, se derrumba la creencia de que el líder es un ser intocable y perfecto que todo lo sabe y que jamás se equivoca.

Para poder contrastar esta información en la realidad, basta con observar la carrera empresarial de Jaime Esparza Rhénals que ha forjado una imagen intachable a partir de la modestia, el respeto al modo de pensar diferente, la coherencia en el decir y actuar, etcétera.

De su experiencia se resaltan una serie de conductas que debe tener en cuenta cualquier líder empresarial.

En primer lugar, ha reemplazado la relación vertical por la horizontal en el contexto laboral. Dejó de lado el accionar ‘jefe-subordinado’ y enfatizó en el trato de igual a igual con cada uno de sus empleados.

De igual forma, se ha encargado de representar la humildad a partir del buen ejemplo, es decir, siendo honesto, agradecido y comprometido con la función que cumple al interior de la corporación.

Sus empleados han expresado en repetidas ocasiones que Jaime Esparza visita los puntos de atención con el fin de mejorar el servicio a los clientes. Él no ve nada de malo en “ponerse en los zapatos” de sus trabajadores para enseñar la forma correcta en la que deben laborar.

Conjuntamente, no considera necesario alardear de las dificultades que tuvo que sobrellevar para alcanzar el éxito. Él está consciente que los resultados hablan por sí solos y que el mayor orgullo que debe sentir, es la superación personal.

Todos estos elementos convergen en un mismo resultado: Plantearse un futuro con mejores resultados.

Jaime Esparza, así como cualquier líder empresarial humilde, reconoce que no es perfecto y que algún error puede diluir el éxito de la organización en cuestión de minutos. Por ello, está dispuesto a escuchar nuevas propuestas de negocio, replantear los objetivos empresariales y aceptar las falencias del pasado.