Nadie puede asegurar que una organización tendrá el éxito que se proyectó desde que surgió la idea de negocio, por tal motivo, Jaime Esparza cree que el miedo a fracasar se ha convertido en el común denominador de todos los individuos que quieren emprender.

Al aventurarse a ofrecer un servicio o producto a la sociedad, la persona tiene que saber que el camino estará lleno de obstáculos que deben sortearse y riesgos que deben tomarse. La rendición ante la primera adversidad no es una opción, lo importante es afrontarla con gallardía y despojarse del miedo de no conseguir lo que en principio se pensó.

El empresario Jaime Esparza Rhénals afirma que el proceso para construir una organización es bastante complejo debido a las dificultades que pueden presentarse. La falta de financiación, la competencia con varias empresas y falta de interés de los consumidores, son algunos ejemplos.

A pesar de ello, arguye con total certeza que el método más rápido y efectivo para alcanzar el éxito es conociéndose a sí mismo y dejando de lado todos los temores que estancan el progreso tanto personal como profesional.

Para él, hay 3 miedos que son bastantes comunes en los emprendedores y que deben afrontarse con dureza.

El primero es el miedo a creer en las capacidades propias. Ante la falta de experiencia, se suelen asociar todas las acciones con el pensamiento: “no voy a ser capaz”. La forma de superarlo es proponerse pequeñas metas para su debido cumplimiento en un lapso de tiempo.

Jaime Esparza empezó trabajando con un punto de atención de su red de multiservicios y mes a mes se proponía el objetivo de abarcar un nicho más grande de clientes. Hoy en día tiene centros de atención hasta en las regiones más olvidadas de Colombia.

En segunda medida se encuentra el miedo a equivocarse. Ante el temor de cometer errores que puedan afectar el funcionamiento futuro de la organización, el emprendedor opta por evitar nuevos desafíos.

Generalmente los errores se pagan con tiempo o dinero, por lo tanto, Jaime Esparza recomienda procurar cometer los errores en la fase de germinación de la empresa para evitarlos tiempo después,cuando hay más elementos en juego como la planta de empleados, abanico de clientes, reputación empresarial, etcétera.

El último es el miedo a solicitar consejos o ayuda cuando se presenta algún imprevisto. Para evitar ser tildado de ignorante o inexperto, el emprendedor muchas veces se obstina con una solución que puede no resultar apropiada. Jaime Esparza aconseja no sólo tener el coraje para pedir ayuda, sino también tener la disposición de aconsejar cuando los demás lo requieran.

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