Todas las personas tienen metas y objetivos que aparecen y se afianzan en el trascurso de la vida, muchos sueñan con adquirir bienes, otros piensan en la estabilidad de sus familias y en cómo mejorar la calidad de vida de las mismas.

Muchos trabajan incansablemente para lograr lo propuesto, incluso hay quienes sacrifican el tiempo con sus seres queridos para aumentar sus ganancias y poder comprar lo que deseen; sin embargo, surge una pregunta importante que todos deberíamos hacernos; ¿el dinero es más importante que compartir con quienes amamos?

Si bien es cierto que el dinero es necesario para mantener una estabilidad, también es cierto que no debemos sacrificar todo para conseguirlo, debemos mentalizarnos que el dinero o las propiedades no lo son todo en la vida y que el bienestar familiar y mental es más importante que todo lo anterior.

Por tanto, cuando tracemos nuestras metas debemos detenernos y pensar en lo que es realmente importante para nosotros y para quienes nos rodean, ser conscientes de que el dinero es necesario, pero jamás será lo más importante.

Ser buen hijo, padre, hermano, amigo y ciudadano, siempre será más relevante que contar con grandes cantidades de dinero; tener personas que nos quieran y nos apoyen no tiene precio, y no hay suma en el mundo que pueda conseguirnos un amor sincero.

Es por eso que debemos pensar en nuestro bienestar y en ser ricos de corazón, antes que buscar riquezas materiales.

 

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