Dentro del ámbito empresarial es habitual definir la tipología de ‘jefe’ como aquel individuo que está al frente de una organización y que tiene autoridad o poder sobre un grupo de personas.

Si bien, el término es frecuentemente utilizado como sinónimo de ‘líder’, sus significados son totalmente distantes. Un jefe usa su poder para que los trabajadores cumplan las labores dispuestas dentro de la organización a través del imperativo “yo soy el que mando aquí”. El miedo a ser castigado por cualquier error y la imposición de tareas es el ambiente laboral más recurrente.

En contraste, el líder consigue la voluntad de quienes lo rodean a partir del buen ejemplo, estimula a sus empleados con el reconocimiento de sus fortalezas y trabaja mancomunadamente con ellos en busca de objetivos comunes. A su vez, no se relaciona con sus empleados de forma despersonalizada, sino que los entiende y respeta independientemente de la posición que ocupen dentro de la jerarquía de la organización. Un ejemplo claro de un buen líder es el empresario Jaime Esparza Rhénals, quien a través del éxito de sus emprendimientos ha inspirado a decenas de empresarios en el contexto colombiano.

Con el notable crecimiento que ha tenido la red de multiservicios, Jaime Esparza les ha demostrado a sus colaboradores que una pequeña idea puede convertirse en un imponente negocio si se labora con compromiso, convencimiento por la causa y honestidad. Con un bagaje de 15 años en el mercado, la empresa de multiservicios que lidera se posiciona como la red comercial de servicios más grande de Bogotá y Cundinamarca a través de la inspiración de Jaime Esparza Rhénals y el convencimiento de progreso de cada uno de los miembros de su equipo de trabajo.

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