Jaime Esparza asegura que la Semana Santa es, además de la celebración anual de la pasión de Cristo, una oportunidad perfecta para pensar en lo que se ha hecho, en lo que viene y en la forma en la que se van a llevar a cabo las cosas, para alcanzar las metas y cumplir los objetivos.
Si bien es cierto que la semana mayor es un momento especial para agradecer a Dios por su sacrificio y por las bendiciones recibidas, también es una oportunidad para analizar las situaciones y determinar si el camino que se ha recorrido ha dado frutos o si por el contrario se requiere de un cambio de rumbo para que las cosas fluyan con mayor naturalidad.
“Mirar atrás y hacer un balance de lo que ha sucedido también es parte del proceso de crecimiento en el que determinamos si las decisiones tomadas han surtido el efecto esperado, así mismo, es importante tomar el tiempo necesario para planear el futuro y fijar nuevos horizontes”, asegura Esparza Rhénals.
La Semana Santa también es el escenario perfecto para seguir trabajando en pro de la sociedad y en beneficio del país, siendo incluyentes en los proyectos, mejorando cada día como personas y profesionales, siendo referentes de progreso y paz, por su parte, estos días también son el momento de recuperar las relaciones perdidas, conseguir la unión familiar y llevar las cosas con un poco más de calma.
“Todos los momentos son ideales para expresar nuestro amor por los demás, para decir lo que sentimos y por supuesto para ser mejores amigos, hijos, hermanos y padres. Durante este periodo en el que conmemoramos la muerte y resurrección de nuestro salvador, me siento feliz de animarlos a todos para que renovemos nuestra fe y mantengamos una armonía en nuestras mentes, almas y cuerpos”, son las palabras de Jaime Esparza Rhénals.