En la vida de los negocios el arriesgarse siempre es una decisión difícil de tomar, darle viabilidad a las ideas a veces hace que nuestro negocio no crezca porque la competencia y los obstáculos son más fuertes de lo que pensábamos. En muchos casos parece que estamos en una batalla campal en donde solo unos pocos logran vencer.
Los fracasos en los negocios que he emprendido me han enseñado que ser mejor que mi competencia es uno de los aspectos que debo tener siempre presente. Acá les comparto algunas de las acciones que siempre aplico para ser mejor que la competencia:
- Destacarse: Ser diferente es la clave para que tus consumidores o clientes te reconozcan. Puede ser a través de los colores que uses en tu negocio, en tu publicidad, o en los valores que definas para promover tu empresa.
- Estudiar a tu competidor te hace más fuerte: Recopila atentamente todo lo que tu competencia hace, cómo ofrece sus productos, cómo son sus métodos de trabajo, sus recursos en publicidad, humanos, financieros (en la medida de lo posible).
- Identifica lo positivo y lo negativo de cada competidor: Ninguno es infalible, ni siquiera tú, pero si tienes claro qué tiene cada uno, puedes identificar la forma de diferenciarte o destacarte.
- Conquista al público: El cliente debe ser tu principal preocupación, captar su atención deber ser uno de tus obsesiones, busca complacer y atender sus necesidades más apremiantes. Conviértete en ser el solucionador de problemas más efectivo y eso dejará a tu competencia mordiendo el polvo.
- Comunicación: Para ser diferente debes arriesgarte a expresarte distinto a quienes venden el mismo producto que tú. Cuando conozcas las necesidades de tus clientes busca las soluciones promoviendo un lenguaje que sea cercano y fácil de entender. Entre más simple, mejor.
Conocer a tus competidores en los negocios no significa que tengas que compararte constantemente con ellos. Sé un líder, no hables de tus competidores ni afirmes que nuestro producto o servicio es mejor, convéncete que lo que ofreces es mejor y véndelo como si tu vida dependiera de ello.